La silvicultura como vía para la recuperación ambiental

Años de tala de árboles, minería y otras actividades industriales han dejado innumerables zonas de tierra sembradas de residuos mineros, montones de escoria y paisajes devastados. Aunque estos lugares presentan claros peligros y riesgos para las comunidades, pueden reconvertirse en paisajes funcionales y hermosos.

La forma de recuperar estos espacios es mediante el uso de la silvicultura, un proceso  que se especializa en cultivar y formar bosques como una opción para reducir el impacto ambiental y reutilizar dichos espacios.

En un mundo donde alrededor de 2.400 árboles son cortados por minuto, devolverle a la tierra sus necesarios filtros se presenta como una necesidad.

¿Por qué es necesaria la silvicultura?

Los bosques son valiosos y apreciados porque proporcionan una serie de beneficios. Mientras que muchas personas aprecian los valores estéticos y recreativos que crean los bosques, muchas otras los valoran por su potencial para eliminar el carbono de la atmósfera y reducir los impactos del cambio climático.

La silvicultura es necesaria debido al extenso daño que han sufrido hacía lo que se conoce como los pulmones de la tierra. De hecho, la tierra está cubierta por un  estimado de 31% de bosques, de los cuales solo el 18% se encuentra protegido.

Se estima que, desde 1990, se han perdido 420 millones de hectáreas, lo que ha generado un aumento en la velocidad en la que se reflejan las consecuencias del impacto ambiental que genera la sociedad.

Estas consecuencias pueden ir desde temperaturas extremas hasta desastres naturales.

Consecuencias de la deforestación mundial

Años de estudios han determinado que las consecuencias de la deforestación se pueden observar desde dos ángulos. El principal y más conocido es la absorción del dióxido de carbono y la emisión de oxígeno. Este proceso es vital para la tierra y para los seres humanos ya que el constante contacto con altos niveles de dióxido de carbono puede generar fuertes consecuencias para la salud.

El segundo aspecto que convierte a los bosques en un elemento vital para la tierra es el albedo. El albedo se define como “el nivel de radiación refleja una superficie en comparación a la radiación total que recibe” y los bosques tienen un albedo de alrededor de 8%, por lo que contribuyen de forma positiva a disminuir el impacto de la luz solar en el planeta.

Estos dos ángulos reflejan la importancia de los bosques para el planeta y, sin embargo, se continúan destruyendo desmedidamente.

En esta fase es donde la silvicultura juega un importante rol, el de reconstruir.

Invertir en la reconstrucción es posible

Una poderosa forma que tienen los inversionistas o personas interesadas en impulsar esta rama es a través de la inversión en esta industria.

Invertir en silvicultura es entonces una forma más de invertir en los bosques, en la recuperación y en la disminución del impacto ambiental. Se trata de invertir en el futuro del planeta.