Los inversores continúan pendientes de los bancos centrales

Seguimos comprobando, con bastante sorpresa, cómo los inversores globales prestan una atención desmesurada a las decisiones de los bancos centrales en general, y especialmente a las de la Reserva Federal.

Los mercados financieros llevan varios trimestres moviéndose compulsivamente, arrastrados por las decisiones y los mensajes de los principales bancos centrales, que en muchos casos han llegado a ser los determinantes absolutos de los horizontes a corto plazo.

Esos movimientos pueden volverse muy violentos y dar lugar a excelentes oportunidades de compra, como pudimos comprobar el año pasado, cuando las cotizaciones cayeron más de un 15% durante el mes de diciembre.

Los bancos centrales tienen una enorme influencia en la valoración de los activos.

El motivo por el que los activos financieros son tan sensibles a los tipos oficiales de los países desarrollados es que los inversores analizan y perciben sus valoraciones por comparación con otras alternativas de inversión.

Un bono con vencimiento a 10 años y con un rendimiento anual del 2% es más o menos atractivo en función de que el tipo de interés oficial y los depósitos bancarios ofrezcan un rendimiento inferior o superior al 2%, por poner un ejemplo práctico.

En estos momentos, las valoraciones de los activos financieros (acciones, bonos, etc.), e incluso los no financieros (inmuebles), se encuentran en niveles máximos porque las alternativas de inversión, como los tipos oficiales o los depósitos, ofrecen rendimientos muy bajos.

Los propios inversores están descontando o anticipando un recorte de los tipos de referencia por parte de la Reserva Federal. Si el recorte no llegara a producirse, o si fuera inferior al previsto, podríamos asistir a un regreso de la volatilidad.

Por ello, durante las próximas semanas tendremos que estar muy atentos a las declaraciones de Powell, a la interpretación que de ellas hagan el resto de los inversores y a sus posibles consecuencias para los mercados financieros.