A los 8 años ya coleccionaba todos los gráficos de las cotizaciones que encontraba, a los 11 compró su primera acción y a los 95 es el “mejor inversor de todos los tiempos”. Warren Buffet sopla las velas asentado sobre una fortuna superior a los 141.000 millones de dólares.
Un 30 de agosto de 1930 llegó al mundo, en la ciudad norteamericana de Omaha (Nebraska), Warren Edward Buffett en el seno de una familia de clase media. Su padre, Howard Homan Buffett, además de congresista por el Partido Republicano, fue corredor de bolsa, quién sabe si de ahí le llegó el amor por la inversión.
De Buffett se sabe que empezó a coleccionar gráficos de cotizaciones a la edad de 8 años y que a los 11 ya compró su primera acción, de la empresa City Service Preferred. Se inició en la vida laboral repartiendo ejemplares de The Washington Post para sacar dinero y mientras estudiaba en la Universidad de Pensilvania probó suerte con varios negocios.
Sin embargo, todo cambió al graduarse en administración de empresas por la Universidad de Nebraska y al conseguir una maestría en Economía en la Columbia Business School, donde fue alumno del mítico Benjamin Graham, padre de la inversión en valor.
Los inicios del Buffett inversor
Fascinado por su profesor, Buffett quiso marcharse a Wall Street. Llegó a pedirle a su mentor un puesto de trabajo no remunerado, pero ni su padre ni Graham querían que se dedicase a ello. Por suerte para todos, un tiempo después, el padre del value investing se replanteó su decisión y llamó a filas a un joven Buffett a los 22 años.
Fue en 1952 cuando empezó a trabajar de manera oficial en el mundo financiero. De la mano de Graham y analizando informes de empresas aplicando la firme filosofía de la inversión en valor, aunque con algunas discrepancias. El mentor se basaba en la rigurosidad de los análisis y Buffett incluía otros elementos menos medibles, como el equipo gestor y la marca.
Solo cuatro años después, en 1956, Warren Buffett regresó a su Omaha natal tras la jubilación de Graham. Fue allí cuando creó Buffett Associates para gestionar capital e invertirlo. Empezó con 300.000 dólares y 100.000 dólares propios para darle un impulso inicial.
Un dato muy revelador es que de los 20 a los 26 años, de 1950 a 1956 cuando fundó la empresa, Buffett multiplicó su capital de 9.800 dólares a 140.000 dólares gracias a sus habilidades, que ya daban sus frutos en sus finanzas personales.
La leyenda nace en los sesenta
Pasaron algo menos de cinco años desde que Buffett creó su firma. Desde finales de 1956 hasta 1961, la rentabilidad que acumulaba ya era del 251%, mientras que en ese mismo periodo el Dow Jones subió un 74,3%. Los datos comenzaban a hablar por si solos y Warren, en la treintena, comenzaba a acaparar las miradas del mundo financiero.
En los inicios de 1962, la firma pasó de los 300.000 dólares a más de 7,2 millones de dólares, de los cuales un millón era del inversor. También fue el año en el que aumentó los requisitos de entrada a nuevos inversores hasta los 100.000 dólares y en el que Charles Munger empezó a colaborar con él para edificar una de las mayores historias de éxito financiero de la historia.
En 1965 compró la empresa textil Berkshire Hathaway, sobre la que años después unificaría todas sus firmas. En 1972, una década después de la colaboración de Munger, la rentabilidad de Buffett Partnerships ya había crecido un 1.156%, frente al 123% del Dow Jones.
El Buffet súper millonario
La década de los setenta empezó con una crisis de petróleo que Buffett aprovechó para comprar negocios a precios bajos, aumentar su participación y dar forma a su filosofía basada en “ser temeroso cuando otros son codiciosos y codicioso cuando otros son temerosos”. Una visión que le llevó a aparecer por primera vez en 1979 en la lista Forbes al superar los 620 millones de dólares de patrimonio.
Pero, no fue hasta los años ochenta cuando la fama llegó a nivel planetario. Sacó a bolsa Berkshire Hathaway y compró acciones de Coca-Cola en 1988, una de las inversiones más icónicas de toda su historia. De hecho, compró por valor de 1.000 millones de dólares un 6,3% de la compañía, que hoy ya valen 25.000 millones de dólares, sin contar lo generado por dividendos.
En los noventa, Buffett ya era una leyenda afianzada en todo el mundo. Berkshire Hathaway seguía imparable y sus cartas a los inversores se tomaban como auténticas fuentes de sabiduría para los inversores. Tres décadas en las que pasó de acaparar miradas a llevarse el respeto de todos.
Su futuro, nuestra mejor inversión
Nuevo siglo, nuevos aciertos
Empezaba un nuevo siglo con Buffett criticado por no invertir en tecnología. La crisis de las puntocom terminó dándole de nuevo la razón sobre el porqué no lo hizo. Buffett seguía ganando, invirtiendo y sentando cátedra. Pero, su mejor inversión estaba por llegar. Se trata de Apple.
En 2016, un Warren atacado de nuevo por su visión sobre la tecnología, impresionó al mundo con una gran compra de acciones de Apple. No solo eso, sino que en 2018 volvió a comprar más, en total invirtió más de 35.000 millones de dólares, que a día de hoy se han transformado en 170.000 millones, gracias a la fuerte subida de la empresa de Palo Alto.
Después de promediar un rendimiento anualizado del 20% desde sus inicios como inversor hasta su jubilación, Buffett dobló el rendimiento del S&P 500 en ese mismo periodo e hizo que una inversión de 100 dólares hace 50 años se transformara en 911.000 dólares actuales. Nadie crea riqueza como Warren Buffett.