La ley MiCA, un año después: apertura a bancos y mayor control sobre las monedas digitales

El Reglamento de Mercados de Criptoactivos establece una protección a los inversores en monedas digitales. Con la aplicación de esta norma se establecieron nuevos mecanismos de supervisión en su emisión, custodia y transparencia del mercado, logrando poner en marcha las mismas normas de juego en toda la UE.

El 30 de diciembre de 2024 entró en vigor el famoso reglamento MiCA, acrónimo de Markets in Crypto-Assets (Mercados de Criptoactivos). Una regulación que puso a la Unión Europea a la vanguardia de la normativa cripto y que ha tenido un gran impacto en el mercado. Sin embargo, todavía hay muchas preguntas en el aire     : ¿qué regula exactamente? o ¿qué impacto está teniendo tras un año en vigor?

Qué es la ley MiCA

Los objetivos del marco regulatorio son sencillos: establecer seguridad jurídica para las monedas digitales; proteger a los inversores; garantizar la estabilidad e integridad y fomentar la innovación. Claro, para traducirlo en algo tangible, la UE ha tenido que ser concreta y desplegar una serie de normativas que han limitado algunas prácticas y han incentivado otras.

Principalmente, el reglamento reguló los requisitos de las famosas stablecoins, monedas estables referenciadas al euro o al dólar, y de las plataformas que ofrecen estos criptoactivos. Estos últimos, los Proveedores de Servicios de Criptoactivos (CASP), como exchanges (plataformas de intercambio), custodios (wallets empresariales) y brókeres deben obtener una autorización ('licencia MiCA' o 'Pasaporte Europeo') para operar en la UE.

Antes de profundizar en el reglamento y ver punto por punto qué se ve afectado y de qué manera, cabe mencionar que, por el momento, en muchos países el reglamento está en periodo transitorio hasta mediados de 2026 para dar más flexibilidad a que las plataformas se adapten a la norma y puedan obtener a tiempo la famosa ‘licencia MiCA’.

El detalle de MiCA: de las stablecoins hasta las licencias

Para entender mejor el reglamento, lo que busca y el impacto, lo mejor es detenerse en cada punto principal. Y es que no todo ha entrado al mismo tiempo en vigor. De hecho, lo primero en entrar fue lo relativo a la regulación de las monedas estables, lo que conllevó la prohibición de Tether (la mayor stablecoin del mundo) en la UE.

Stablecoins: Esta parte entró en vigor en junio de 2024 y diferencia las stablecoins de los tokens referenciados a activos. Para las primeras, se exige que los emisores mantengan reservas líquidas, segregadas y gestionadas por entidades reguladas. No se trata únicamente de transparencia, sino también de liquidez: si una stablecoin afronta una retirada masiva, debe contar con un volumen suficiente de activos líquidos. De hecho, MiCA obliga a que el 65% de las reservas esté en efectivo.

Licencia MiCA: La licencia MiCA trae importantes novedades para los ‘players’ del sector cripto y también para la protección del inversor. Para empezar, este pasaporte europeo lo que hace es que los exchanges o proveedores de servicios de criptoactivos solamente tengan que registrarse con una autorización única para operar en los 27 países miembros de la UE, en lugar de hacerlo país por país.

Esta licencia la deben solicitar tanto los exchanges como los custodios, brókeres o asesores cripto. La finalidad es demostrar que la empresa es solvente, segura y honesta. Para ello deben cumplir con un capital mínimo, fondos de reserva, personal con experiencia demostrada en el sector, sede social en un Estado miembro, plan de negocio, protección de ciberseguridad, cumplir con la normativa frente al blanqueo de capitales (AML) y financiación del terrorismo (KYC). Además de segregar los activos en caso de que se ofrezcan servicios de custodia para asegurar que, aunque la empresa quiebre, el dinero del cliente está protegido. 

Es un proceso que puede durar varios meses y, por eso, en la actualidad, las principales compañías del sector están anunciando la consecución de esta licencia, ya que sin ella no podrían operar. Por poner algún ejemplo, BBVA ha sido uno de los primeros bancos de nivel 1 en obtenerla.

¿Qué deja fuera MiCA?

Si bien este ha sido un gran paso para la Unión Europea a la hora de crear un entorno más seguro para los participantes del mercado cripto, existen varios aspectos que se han quedado fuera y llaman la atención. MiCA no regula ni los NFT (“token no fungible", por sus siglas en inglés) ni las DeFi (Finanzas Descentralizadas). Por esta razón, no se descarta que en 2026 o años posteriores sigan surgiendo novedades al respecto para seguir dando claridad regulatoria.

Efecto de MiCA entre los players: salidas de mercado, reestructuración de servicios y apertura a los grandes bancos

Hasta mediados de 2025 solamente se habían concedido 53 licencias MiCA, lo que ha hecho que pequeñas empresas tuvieran que ser absorbidas por las grandes, mientras que otras han tenido que reestructurarse o abandonar el mercado europeo.La parte más positiva de este reglamento es que, precisamente por su exigencia y protección al inversor, ha atraído a los grandes gigantes financieros. Así, BBVA o Commerzbank han obtenido autorizaciones relacionadas con cripto (custodia y brokerage), aprovechando MiCA para integrar activos digitales en sus servicios principales, así como otras entidades de inversión como Baader Bank.

En definitiva, aunque MiCA no es un reglamento 360 para el mercado cripto, supone un gran avance para dar mayor claridad normativa y abrir la puerta a la inversión en una nueva clase de activos que podrían definir parte del futuro económico gracias a la potente tecnología blockchain.

MiCA 2.0, el siguiente paso para la revolución

La ley MiCA todavía sigue, para algunos puntos, en régimen transitorio. Sin embargo, desde Bruselas ya se trabaja en la siguiente versión de la norma. Este segundo reglamento busca abordar la programabilidad y la descentralización. En él se abordarán tanto los smartcontracts (contratos inteligentes) como las DeFi para evitar que estas se terminen convirtiendo en una brecha regulatoria en el ecosistema financiero de la Eurozona.