Gestión profesional de divisas: conceptos y herramientas clave para grandes carteras

Dar forma a una buena cartera de inversión es muy similar al proceso de cocinar una receta. Se necesitan ingredientes, incorporarlos en su justa medida y a su debido tiempo, e ir corrigiendo durante el proceso para llegar a un plato irresistible. Las divisas serían la sal y la pimienta.

Todos los expertos coinciden en que uno de esos ingredientes que deben estar en la elaboración de cualquier buena cartera, y que muchas veces se pasa por alto, son las divisas, el elemento que aporta el toque y equilibrio perfectos. Es importante analizar cuál es el impacto de la divisa en la cartera, qué es la diversificación por tipo de divisas, el uso del carry trade y la cobertura de la divisa.

Así impactan las divisas en una cartera

Se conoce como riesgo divisa a la fluctuación que un determinado activo tiene en una cartera por la revalorización o devaluación de dos divisas diferentes. Por ejemplo, para un inversor europeo, comprar un activo denominado en dólares, como puede ser el oro o una acción americana, implica que el riesgo divisa esté presente si no se cubre.

Si la acción sube un 5% ese año, pero el dólar cae un 10% frente al euro, lo más probable es que el inversor pierda dinero por el efecto divisa. Lo mismo ocurre al contrario: puede que la acción caiga, pero que el dólar suba y entonces el inversor obtenga un rendimiento positivo.

Con este breve ejemplo, se puede hacer palpable cuán importante es tener en cuenta el impacto de las divisas en cualquier cartera. Pero no solamente influyen en la rentabilidad, sino que pueden servir como protección y también como inversión en función de cuáles sean las condiciones de mercado.

El hard currency o la protección hecha divisa

La mayoría de los inversores, sobre todo aquellos que están en países con divisas altamente volátiles, buscan protegerse en las hard currency (divisa fuerte) en primer lugar. Se conocen como divisas fuertes a aquellas que suelen ser más estables en el tiempo, aunque también les impacta la inflación.

En este segmento, el dólar, el franco suizo, la libra esterlina o el euro tienen un papel protagonista porque son divisas más confiables. No hay que olvidar que el dinero es confianza. Por eso, para un inversor hispanoamericano, cambiar su divisa local por estas divisas “fuertes” le aporta protección frente a la volatilidad que puede tener su moneda de origen.

Más allá de la protección, los grandes inversores institucionales suelen preferir invertir en activos denominados en una de estas divisas porque les dan un papel más estable y diversificador. No solamente están comprando acciones o bonos europeos o americanos, sino también la divisa. Se puede ver como una doble inversión.

Diversificar una cartera por divisas

A la hora de cocinar una cartera, la gestión de riesgos es igual o más importante que la búsqueda de la rentabilidad. Por eso, para gestionar el riesgo mejor, una de las técnicas más empleadas es la de diversificar por tipo de divisas, más allá de por tipos de activos.

A un inversor en euros que solo invierte en euro o activos nominados en euros, le puede afectar más una posible devaluación futura del euro frente al dólar o el franco suizo. Sin embargo, si la cartera está diversificada entre varias divisas, se sufriría menos en caso de devaluación de la divisa de origen. Esto es especialmente importante para aquellos que están en zonas con divisas que no se consideran fuertes.

Invertir en divisas: el carry trade

Las divisas no solo deben percibirse como un riesgo del que protegerse o un activo con el que diversificar, sino que también ofrecen oportunidades de inversión poco conocidas, pero muy usadas por los inversores profesionales. De hecho, es muy común que los grandes patrimonios utilicen la técnica del carry trade.

El carry trade no es otra cosa que pedir prestado en una divisa con tipos de interés bajos, como normalmente suele tener el yen japonés, para invertir en otra divisa con tipos más altos, como por ejemplo el dólar australiano. Se puede hacer con muchas otras, como el franco suizo en lugar del yen, y cualquier otra moneda que tenga tasas más elevadas.

Esta diferencia entre las tasas de interés de dos divisas distintas se refleja en los FX forwards. La curva forward muestra el coste o la ganancia que tiene cubrir una divisa en función de esa diferencia de tasas, lo que puede afectar a las inversiones internacionales.

Cubrir la divisa para un negocio o protección del patrimonio

La gestión de ese riesgo divisa es muy importante para mantener los márgenes en un negocio o preservar el patrimonio de esta volatilidad. Por eso, cuando se invierte en determinados activos, como puede ser la renta fija, es muy recomendable realizar una estrategia de cobertura.

Las estrategias para cubrir la divisa se suelen hacer mediante forwards, que son un producto derivado que permite fijar en el momento de la operación el tipo de cambio de compra o de venta futuro. Esto es muy importante para un negocio internacional y para la inversión también. Para hacer este tipo de operaciones más complejas, se recomienda hacerlo de la mano de expertos en el mercado Forex.

Las estrategias forward como opción de protección

Para los inversores o empresas que tengan exposición recurrente a las divisas globales, las carteras forward pueden ser un instrumento fundamental. Este tipo de estrategias combinan diversos contratos forward con vencimientos variados y cantidades también variadas. Por ejemplo, para una empresa que haga pagos frecuentes entre dólares y francos suizos, puede contratar este tipo de cartera con la finalidad de cubrir los pagos a diferentes plazos y así asegurar un tipo de cambio entre las divisas más competitivo y estable.

El franco suizo a por el trono del yen japonés

El yen japonés ha sido la divisa reina a la hora de hacer carry trade por las bajas tasas de interés en el país nipón. Sin embargo, en 2025, con la subida de tipos en Japón y el recorte en Suiza, se está dando un curioso cambio en el trono. El franco suizo CHF se ha convertido en la moneda con el cupón más estable y predecible, unido a los recortes de tasas, hace que financiarse con francos sea ahora más barato que hacerlo con yenes.

Suiza, una fórmula magistral

Suiza tiene la receta perfecta para mantenerse en el podio como capital financiera e ir más allá. La tradición, innovación y sofisticación de su banca privada es un polo de atracción para la inversión.