Claves de la transición energética: energía nuclear, eólica, solar e hidrógeno

La transición energética implica pasar de un modelo de generación basado en combustibles fósiles a uno basado en energías renovables y/o limpias, lo cual conlleva a una reducción de la contaminación y la emisión de gases de efecto invernadero, ello en la lucha contra el cambio climático, además, permite a las naciones una mayor independencia de la energía exterior.
Entre las claves de la descarbonización del sector eléctrico está el impulso a las energías renovables, la electrificación de la economía y el aumento de la eficiencia energética, desarrollando así, un suministro limpio capaz de satisfacer la demanda. Del mismo modo, se precisa involucrar otras industrias en dicha transición, especialmente la del transporte.
Algunas de las energías más importantes para que este proceso pueda ejecutarse de manera exitosa son las siguientes:

Consejos para ahorrar energía de manera eficiente en las industrias
El 80 % de los consumidores a nivel mundial considera de suma relevancia que las empresas implementen medidas y protocolos para combatir el cambio climático.
- Nuclear
La energía nuclear desempeña un rol fundamental en la transición energética al ser la tecnología que más tiempo funciona, más electricidad produce y menos emisiones produce, por tanto, es clave para garantizar el suministro eléctrico. La operación de los reactores nucleares es una estrategia importante para mantener una industria eficiente, creadora de empleos y con proyección a futuro.
En el mundo unos 30 países cuentan con plantas de energía nuclear, habiendo así, más de 400 reactores que suministran al rededor del 11% de la electricidad consumida en el planeta.
- Eólica
La energía eólica es clave en la producción de electricidad a partir de fuentes renovables, principalmente porque los parques eólicos operan en todos los climas terrestres.
Expertos han afirmado que México podría ser un jugador importante en la transición energética de América Latina. En el 2019, el país contaba con más de 6,237 MW instalados de energía eólica, lo que lo ubicó en la posición 16 a nivel mundial, aunque para el 2020 se superaron los 7,000 MW, colocando la proyección para el 2024 en 15,000 MW.
- Solar
El sol, que tiene una importancia vital para todos los que habitamos este planeta, adquiere cada vez mayor importancia, y es que, la energía fotovoltaica, considerada sinónimo de pobreza hasta hace algunos años, hoy crece a ritmos exponenciales. La capacidad fotovoltaica global ha aumentado de 40 GW a 580 GW durante la última década.
De acuerdo con datos de IRENA (Agencia Internacional de la Energía Renovable) los costos de producción de la energía solar se han reducido en más de 80% y las perspectivas indican que con las nuevas tecnologías aumentará la eficiencia de los paneles solares en un 30 por ciento.
- Hidrógeno
El hidrógeno también está en la lista de energías que contribuyen a la transición energética. Para ello, es preciso acelerar su producción limpia, ya que gran parte del hidrógeno que se produce en la actualidad sigue siendo a partir de combustibles fósiles; sin embargo, cada vez aumenta la producción del llamado hidrógeno verde, que multiplicaría su valor durante los próximos años.
Y es que, la demanda de hidrógeno para usos industriales no ha dejado de crecer en el último medio siglo. Según la AIE (Agencia Internacional de Energía), en la actualidad se producen anualmente cerca de 75 millones de toneladas de dicho transportador energético.
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