A lo largo de la última década, los servicios financieros han alcanzado un valor de mercado de 5 billones de dólares. En este sentido, la inclusión financiera -o el impulso mundial para garantizar que las personas tengan acceso a productos y servicios financieros útiles y asequibles- tiene mucho que ver en ello.
A grandes rasgos, el sector de las finanzas no solo cuenta con un amplio apoyo político en todo el mundo, sino que a raíz la pandemia ha recibido un fuerte impulso por parte de los consumidores con la digitalización de los servicios financieros y la creciente aceptación de la tecnología Blockchain. Así, el volumen de beneficios brutos del sector se ha superado con creces, por encima incluso del sector del software, el comercio electrónico, los semiconductores o la sanidad. Dado que los servicios financieros están integrados en casi todos los aspectos de nuestra vida y nuestro trabajo, son un objetivo natural para la disrupción y la innovación.
Según Technavio, se estima que el tamaño del mercado mundial de Fintechs (o empresas de tecnología financiera) aumente a 277.220 millones de dólares de 2022 a 2027, con una CAGR del 20,5%, siendo región de Asia y el Pacífico la que ocupa mayor cuota del mercado mundial en 2022, y se estima que experimentará un crecimiento adicional del 39%.
A todo esto hay que sumarle la certeza de que el mundo se mueve hacia modelos económicos sostenibles, que para 2030 podrían estar creando oportunidades económicas por valor de 12 billones de dólares al año. A través de tecnologías como blockchain, el big data, la inteligencia artificial o la ciberseguridad, las fintech pueden ayudar a las empresas a evaluar y reducir su impacto ambiental, y a los inversores a canalizar sus operaciones hacia los activos más sostenibles.
A pesar de que los obstáculos macroeconómicos están afectando a las empresas orientadas al consumidor en los últimos tiempos, en New Gen seguimos creyendo que es un buen momento para construir. Después de todo, algunas de las mayores empresas tecnológicas del mundo (como Airbnb y WhatsApp) nacieron durante la última recesión.
Precisamente, estas condiciones del mercado han llevado a los inversores a centrar su atención en las Fintechs B2B que, aparentemente, están más protegidas de la volatilidad del mercado y preparadas para un fuerte crecimiento en medio de los esfuerzos de digitalización, poniendo de manifiesto el relativo dinamismo que está experimentando el sector, así como la fuerte actividad de financiación de capital riesgo.
Así, encontramos una gran variedad de tendencias seculares que estimulan la innovación y la disrupción en la economía mundial, creando lo que creemos son oportunidades atractivas de inversión en ámbitos como:
- Los préstamos al consumo
- La microfinanciación
- Los seguros
- El acceso a los mercados de capitales
- El ahorro/inversión
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