¿Puede alguien robar mi billetera de criptomonedas?

La tecnología blockchain de Bitcoin jamás ha podido ser hackeada y se ha erigido como una de las tecnologías más seguras del mundo. Sin embargo, esto no significa que tener un bitcoin signifique estar libre de riesgo. De hecho, no contar con la seguridad suficiente puede suponer que tu wallet sea vulnerada y tus criptomonedas robadas.

Una cosa es el funcionamiento de la red de Bitcoin, nunca vulnerada, y otra cosa es el almacenamiento de las criptomonedas. Cuando adquirimos un token de Bitcoin, de Ethereum o de cualquier otra criptodivisa la dejamos guardada en un monedero virtual (wallet), en una plataforma de intercambio (exchange) o en una billetera digital con alto nivel de seguridad que no necesite conexión a internet (cold wallet). Precisamente es ahí, en la forma de almacenar nuestras criptomonedas, donde surgen las vulnerabilidades que permiten a los hackers acceder a nuestras cuentas y robar las criptomonedas que hemos comprado.

Una de las maneras más empleadas para robar criptomonedas se encuentra en el famoso phishing (suplantación de identidad), que también se emplea para las cuentas bancarias tradicionales. De esta manera, los hackers utilizan un correo haciéndose pasar por nuestra plataforma exchange y nos solicitan datos personales. De dárselos, podemos dar por perdidas nuestras criptomonedas. Pero no solamente utilizan esta técnica, sino que han hecho uso de malwares troyanos, keyloggers (registradores de teclas) y bugs (error de software) en los contratos inteligentes, entre otras cosas.

Existen varias maneras de almacenar las criptomonedas, tal y como se asegura en el paper universitario Wallet key management in blockchain technology. “Existen las billeteras en línea, que están conectadas a Internet e incluyen billeteras web en línea y billeteras de aplicaciones móviles y las billeteras sin conexión, que permanecen desconectadas y incluyen billeteras de papel, billeteras de hardware y billeteras mentales”, explican Dominic Bucerzan y Crina Anina Bejan.

Las primeras son conocidas como billeteras calientes (hot wallets),  mientras que las segundas se conocen como billeteras frías (cold wallets). Sin embargo, existen otro tipo de billeteras cálidas conocidas como warm wallets. Las hot wallets y las warm wallets son las más empleadas, ya que son las que utilizamos por defecto cuando compramos una criptomoneda y la dejamos almacenada en una wallet de un banco o del exchange. Mientras que, en el caso de las billeteras frías, enviaríamos las criptomonedas a una wallet no conectada a internet y que, además, es física y muy parecida a un pendrive.

Para estar bien protegido, lo primero es buscar proveedores autorizados y regulados que ofrezcan confianza, además de estar supervisado. La International Security League asegura que, en 2021, el robo de contraseñas y por tanto de criptomonedas alcanzó un volumen de 14.000 millones de dólares. Los expertos aseguran que es muy recomendable tener un factor de doble verificación, y no solamente una contraseña para acceder a la wallet. Al mismo tiempo, es recomendable no usar la misma contraseña que en el resto de las plataformas, además de emplear una clave enrevesada y que no sea fácil de obtener. 

En este sentido, en BBVA en Suiza entendemos que la depositaría y custodia de estos activos es la pieza angular de la confianza en esta revolución, y nuestra misión como banco pasa por jugar un rol absolutamente crítico, facilitando su liquidez con todas las garantías, almacenando los activos digitales de nuestros clientes fuera del balance de la compañía y asegurando un sistema de convergencia claro entre ambos mundos.

Impulsando nuestro objetivo de liderar la transformación de la banca a nivel global, logramos dar acceso a todo el mundo a las oportunidades de esta nueva era. Así, hace unos meses integramos en nuestro sistema operativo el Gas Station, un innovador servicio digital creado que permite a nuestros clientes operar de forma segura con activos digitales 24/7 (bitcoin y ether) sin preocuparse de los riesgos de contrapartida ni de los gastos de minería/gas derivados de la Blockchain.