La lucha contra la obesidad dispara el apetito inversor

La obesidad es una enfermedad que afecta a 500 millones de personas; la quinta causa de mortalidad en el mundo. Un gran problema al que gobiernos, instituciones y empresas privadas buscan soluciones. Si bien los frutos se verán a medio y largo plazo, la lucha contra la obesidad mantiene implicados a numerosos sectores de la población.

La obesidad podría tener los días contados. O, mejor dicho, los años. Una buena noticia cuyo origen hay que buscarlo en la medicina. Para entenderlo, y desarrollar esta optimista afirmación, hay que mirar a las varias compañías farmacéuticas europeas y americanas que están desarrollando medicamentos que han demostrado ser un aliado para combatir la obesidad. Una enfermedad que en el año 2016 afectaba ya a 650 millones de personas adultas de todo el mundo y a 340 millones de niños, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Unos datos que confirman que desde 1975 las personas con sobrepeso u obesidad se han triplicado.
 
Sin embargo, si este crecimiento exponencial de los últimos 35 años ya es alarmante, el futuro podría serlo todavía más. Y es que, según el Atlas 2023 de la Federación Mundial de Obesidad, en los próximos doce años, el 51 % de la población mundial –más de 4.000 millones de personas– sufrirán sobrepeso u obesidad. Actualmente, EE. UU. cuenta ya con un porcentaje poblacional de casi el 40 % afectado por esta enfermedad, convirtiéndose en el país con la mayor tasa del mundo. Le siguen China, Brasil, India y México. Curiosamente, entre los diez países con mayor tasa de obesidad del mundo solo se encuentra un estado europeo, Alemania.
 
Hablar de obesidad es hablar de salud, pero también de economía. Esta enfermedad tiene un fuerte impacto en las cuentas económicas de los diferentes países. Solo en EE. UU. supone un coste directo de 149.000 millones de dólares. En caso de que la tendencia se mantenga a nivel mundial, para 2035 el impacto económico mundial sería de unos 4 billones de dólares al año, un 3 % del PIB mundial. Unas cifras, contempladas por el Observatorio Mundial de la Obesidad, que están forzando a los gobiernos a tomar diferentes medidas tanto fiscales, como en materia alimentaria, para castigar a los productos más perjudiciales para la salud.

Medicamentos adelgazantes: ¿una luz al final del túnel?

En los últimos cinco años la medicina ha avanzado en su lucha contra la obesidad gracias a la creación de diversos medicamentos que han demostrado reducir en un 20 % el volumen corporal de los pacientes, según pudo comprobar el propio Hospital Clínic de Barcelona. Unos avances que han captado el interés de los inversores debido a la utilidad que parecen tener estos fármacos y al gran desembolso que podrían realizar los diferentes sistemas sanitarios de todo el mundo. La mejor prueba de ello la han representado en bolsa dos compañías, Novo Nordisk y Eli Lily. La primera de ellas se ha convertido en la más grande de toda Europa al superar los 446.000 millones de dólares en capitalización bursátil. Mientras, la segunda se ha disparado un 80 % en solo doce meses.
 
Actualmente, la FDA (agencia gubernamental de EE. UU. para la administración de alimentos y medicamentos) ha aprobado cinco fármacos para tratar la obesidad. Sin embargo, los efectos secundarios que causan algunos de ellos hacen que no sean recomendables para todo tipo de pacientes. Además, aunque estos medicamentos han demostrado una cierta eficacia, podrían ser destronados por otros más efectivos y menos dañinos en el futuro. 
 
Hoy en día se está trabajando en lograr una nueva medicina que consiga un equilibrio con las hormonas intestinales, que atajen los genes específicos que aumentan el riesgo de padecer obesidad, que permitan perder solamente grasa y no masa muscular y, por último, que cambien las propias bacterias del intestino.
 
Así las cosas, la lucha contra la obesidad hay que verla como una tendencia de futuro en el que pueden intervenir diversos actores.

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Industria del fitness

Al hilo de esta tendencia inversora en soluciones para la obesidad, la preocupación por la salud también ha aumentado. El mercado que recoge al sector de la salud, el bienestar y el fitness creció un 30 % entre 2009 y 2019, pasando de 67.000 millones de dólares a 96.700 millones diez años después. Las previsiones hablan de que esta línea ascendente se mantendrá y aumentará en los próximos años. Por ejemplo, la tasa de crecimiento anual compuesta proyectada para la industria del fitness entre 2021 y 2026 es del 7,21 %.

En este mercado entrarían compañías de nutrición deportiva, como aquellas que fabrican material deportivo o las propias cadenas de gimnasios. De hecho, solo en el primer pilar, el mercado de las proteínas de suero llegó a los 13,5 billones en 2020, frente a los 9,2 billones de 2015. Así, las empresas que fabrican material deportivo rozaron los 9.000 millones de euros de facturación en 2022, mientras que las cadenas de gimnasios siguen todavía recuperándose del daño causado durante la pandemia.

Millenials, la generación del cambio

Los millennials parecen los más concienciados y preocupados por su salud: el 79 % de esta generación en los EE. UU. sitúa a la salud como lo segundo más importante de su vida, por detrás de la familia. Esta generación representa el mayor porcentaje de uso de gimnasios y clubes deportivos, con un 35% en EE. UU. La generación X y los baby boomers son los siguientes grupos de edad que asisten con frecuencia a gimnasios y clubes de salud (22 % y 21 %, respectivamente).

Índices de obesidad previstos hasta 2030

Gráfico de los índices de obesidad previstos hasta 2030
Fuente: OECD
Fuente: OECD