Los hedge funds destacan por ofrecer rentabilidades en momentos negativos de mercado, retornos que a veces son superiores a los de la media del mercado, una mayor diversificación y una descorrelación de la cartera global del inversor.
¿Qué son los hedge funds?
Los hedge funds son fondos de inversión libre o alternativa, cuya misión es la búsqueda de la rentabilidad en cualquier tipo de mercado aplicando diferentes metodologías o instrumentos. De hecho, si insertamos la definición que da la propia CNMV leemos lo siguiente: “los hedge funds se diferencian de los fondos tradicionales en que no están sujetos a las mismas restricciones de inversión, lo que les permite utilizar estrategias más complejas y diversificadas”.
Es decir, en estos fondos los gestores cuentan con una mayor libertad operativa para lograr una rentabilidad positiva, aunque el mercado esté en una fase bajista. Esto les permite utilizar opciones e instrumentos financieros más complejos, como los swaps, las posiciones cortas o shorts y las propias opciones y futuros financieros. Al mismo tiempo, también pueden apalancarse o hacer uso de los propios derivados, entre otras técnicas más sofisticadas.
¿Para qué sirven los hedge funds?
Los fondos de inversión libre o de cobertura nacieron en la década de los cincuenta del siglo XX para aprovechar las oportunidades en mercados tanto alcistas como bajistas. Con esa premisa y filosofía trataban de obtener rendimientos positivos utilizando diferentes técnicas que, a veces, podían ser más arriesgadas y complejas.
Su utilidad en una cartera de inversión es bastante clara: descorrelacionar, disminuir la correlación entre diferentes activos para diversificar los riesgos. Generalmente, una cartera al uso suele estar formada por fondos o productos del mercado tradicional, como la renta fija o la variable. Sin embargo, los hedge funds no suelen tener correlación con ninguno de estos mercados, o al menos eso buscan. Por tanto, al inversor le aportan un plus de estabilidad y rentabilidad que no lograrían al invertir únicamente en el mercado tradicional.
Tipos de fondos de cobertura
Una de las características más reconocibles de los hedge funds es que utilizan las posiciones en corto para beneficiarse de las caídas del mercado o de determinados activos. Por eso, históricamente se les ha asociado con ser “fondos bajistas”. Sin embargo, esta no es la única tipología. Las tres estrategias principales son las siguientes: valor relativo, event-driven y oportunistas.
- Valor relativo: este tipo de estrategias busca aprovechar las ineficiencias de mercado utilizando el famoso arbitraje. En el caso de la renta fija, se puede producir cuando un mismo bono aparece con precios diferentes por problemas técnicos o de liquidez. Esto puede pasar también con otros productos y los hedge funds se pueden aprovechar de esto para obtener rentabilidades positivas. Dentro de esta estrategia, también se encuadra el equity market neutral.
- Event driven: este tipo de estrategias se centran en sacar partido de momentos extraordinarios del mercado. Por ejemplo, aprovechan cuando se produce la OPA en una empresa, cuando una compañía está en situación de suspensión de pagos o cuando un negocio entra en fase de reestructuración.
- Oportunistas: esta última estrategia puede ser una evolución de las anteriores, pero se enfoca más en empresas grandes. Generalmente, los hedge funds buscan oportunidades en momentos de volatilidad del mercado. Por ejemplo, cuando una gran compañía anuncia un profit warning (aviso a los inversores de que los beneficios serán inferiores a los previstos) o se ve impactada negativamente por algún evento externo (como una guerra o anuncio de aranceles). Es ahí cuando estos fondos pueden entrar con una mayor posición.
Además de estas operativas, también pueden darse otras conocidas como aggressive growth (uso de un alto nivel de riesgo), global macro (toma de decisión basada en el análisis de las condiciones de los mercados globales), managed futures (utilizan contratos de futuro) o directional trading (iniciativa de inversión centrada en la predicción futura de los precios).
Ventajas y desventajas
Por la parte de las ventajas, los hedge funds destacan por ofrecer rentabilidades en momentos negativos de mercado, retornos que a veces pueden ser superiores a los de la media del mercado, una mayor diversificación, descorrelación de la cartera global del inversor y exposición a estrategias complejas.
Por su parte, el riesgo también puede ser más elevado, suelen ser fondos con menor liquidez, menor transparencia y supervisión y también mayores comisiones, además de tener una complejidad más alta. Al mismo tiempo, los requisitos de entrada hacen que en ocasiones sean fondos poco accesibles para los inversores minoristas, ya que en algunos casos se exigen mínimos de entrada que pueden resultar elevados para determinados inversores.
Comportamiento histórico
En general, el rendimiento de los Hedge Funds depende mucho de la estrategia seguida por cada uno. Por eso es mejor mencionar el comportamiento de los más significativos a nivel mundial.
En primer lugar, se encuentra el Bridgewater Associates, gestionado por el reputado inversor Ray Dalio. En los últimos cinco años acumula una subida superior al 62% Sin embargo, al compararse con el índice S&P 500, reporta más rentabilidad el selectivo americano.
Otro de los fondos de cobertura estrella es el Medallion Fund, que lleva cerrado a los inversores desde 2005 y del que se tienen pocos datos, solo se sabe que entre 1998 y 2021 generó un retorno anualizado del 66% antes de comisiones y del 39% después de las comisiones.
Finalmente, está Citadel, gestionado por el famoso Ken Griffin. En 2024 ganó más de un 15 % y desde el inicio de 2023 supera al comportamiento del S&P 500. Además de los mínimos de entrada, que en los últimos años se han flexibilizado y adaptado a diferentes inversores, también se requiere tener unos conocimientos financieros avanzados para que los asesores puedan recomendar estos productos al cliente.