Banca Privada, un asesoramiento financiero personalizado

El término ‘Banca Privada’ surge para distinguir el servicio que los primeros banqueros prestaban a los soberanos, de esta manera era posible diferenciar la parte del patrimonio personal del monarca del patrimonio público.
Aunque este servicio ha evolucionado en los últimos siglos, hay ciertas características que todavía se mantienen. Por ejemplo, es muy común que la Banca Privada tenga relación con diferentes integrantes de una familia a lo largo de varias generaciones.
Esos vínculos, son los que permiten a los banqueros conocer cada vez mejor las inquietudes financieras de sus clientes, adaptando y gestionando los patrimonios de forma personal y ofreciendo servicios adaptados a cada geografía. Manteniendo las características de origen como son: la extrema privacidad y exclusividad de la gestión de grandes patrimonios. Por esta razón es el segmento menos conocido dentro de la industria Bancaria.
La banca privada, un asesoramiento financiero con alta personalización
A día de hoy, la Banca Privada ofrece un asesoramiento sobre el patrimonio altamente personalizado y profesionalizado. Cada cliente dispone de un equipo altamente cualificado compuesto por asesores financieros y un banquero privado, además de una fuerte relación interpersonal y de confianza. Juntos definen la estrategia para la gestión integral del patrimonio.
Los clientes que se ponen en contacto para acceder al servicio de Banca Privada son clientes individuales o jurídicos, con patrimonios y rentas elevadas que desean un asesoramiento financiero personalizado para proteger o mejorar su patrimonio a largo plazo.
Las características de la Banca Privada son:
- Gestión de la riqueza
- Valores tradicionales
- Trato personalizado
- Productos exclusivos y arquitectura abierta
- Atención preferente y continuada sobre la evolución de las inversiones
- Sistemas de última generación
- Transparencia en el asesoramiento
