Ventajas y desventajas de la impresión 3D
La población mundial crece cada día y, con ella, sus necesidades de productos y servicios. La impresión 3D se presenta como una solución sostenible y eco-amigable para el futuro de las cadenas de producción.
La producción en serie presenta diversos retos para la sociedad del siglo XXI, tanto a nivel de la relación con el bienestar del ambiente, sino también con la sostenibilidad de la cadena de suministro en relación con las demandas de los consumidores: la población mundial crece cada día y, con ella, sus necesidades de productos y servicios.
Además, las personas ya no solo buscan productos eficientes, sino también productos únicos, que reflejen sus gustos y personalidad, no algo que tenga todo el mundo.
Es por ello que, en vista de los retos que enfrenta la producción a gran escala a nivel mundial, la impresión 3D se presenta como una solución que aún requiere de mucha investigación y que aporta muchas posibilidades de inversión en diversos sectores.
Grandes obras construidas con tecnología de impresión 3D
Las nuevas tecnologías permiten al ser humano explorar y expandir los límites de lo que se puede lograr. La impresión 3D es un ejemplo de esto, ya que la misma ha revolucionado muchas industrias, entre ellas la construcción. Con 3D Printing, nuevas estructuras se están planificando a diario y como inversionista, se convierte en una atractiva y moderna opción de inversión.
La inversión 3D en el mundo
En abril de 2021 la encuestadora MakerBot realizó un sondeo entre 1.200 profesionales de más de 20 industrias, encontrando que en el 74% de los casos estos o las empresas a las que representaban dedicarán una parte de su inversión en nuevas tecnologías de impresión 3D.
Sin embargo, como todo avance tecnológico, existen ventajas y desventajas de la impresión 3D, que exploraremos a continuación.
Ventajas de la impresión 3D
Su versatilidad permite la utilización de esta tecnología en muchos sectores que forman parte del día a día de las personas, incluyendo la salud, el retail y la construcción.
Dependiendo del tipo de impresora y de la aplicación de la impresión 3D, se pueden usar distintos materiales, desde plásticos hasta fibra de vidrio y metales para los objetivos más demandantes. Incluso, se pueden usar materiales orgánicos.
La impresión 3D es una forma acelerada de la tecnología aditiva, permitiendo realizar el trabajo que llevaría días o meses en minutos o semanas (dependiendo de la envergadura del proyecto). Recientemente, en China, se construyó un edificio residencial de 10 pisos completamente funcional en solo 28 horas.
Sus características de producción acelerada y utilización de diversos materiales podrían servir para solucionar grandes problemas de la humanidad: como la escasez de viviendas dignas a costos accesibles o la necesidad de prótesis médicas de alta tecnología, accesibles, en distintos países del mundo.
La personalización de los productos es otra característica atrayente de esta nueva tecnología, pues solo haría falta hacer pequeñas modificaciones en el diseño digital del producto a crear para traerlo a la realidad, abaratando costos tanto para la empresa como para su cliente.
Desventajas de la impresión 3D
Sin embargo, uno de los mayores retos que tiene la utilización de esta tecnología es que, a pesar de que existen impresoras a bajo costo que podríamos usar incluso en nuestros hogares, estas tienen muchas limitaciones en cuanto a calidad de la impresión en comparación al diseño esperado, así como uso de los materiales y los colores.
Las impresoras 3D de alta calidad o industriales tienen altos costos, por lo cual se requiere de una gran inversión inicial para usar esta nueva tecnología (pero, aún así, sale más económico que usando máquinas de prototipos tradicionales, que pueden costar de 10 hasta 20 veces más que una impresora 3D y requieren de mayor tiempo e intervención humana para realizar el mismo trabajo).
En el caso de industrias con necesidades muy específicas como la de salud o la construcción, se requiere de impresoras 3D especializadas, creadas específicamente para la labor a desempeñar: ya sea imprimir una prótesis o una casa. Lo que significa una inversión extra de tiempo y dinero.
El mercado de la impresión 3D todavía tiene mucho por ofrecer, pero se perfila como una tendencia de inversión por los próximos 10 a 20 años. Incluso, algunos especialistas en las áreas de ingeniería han llegado a afirmar que se trata del futuro de la producción en todas las industrias.
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