Teorías del envejecimiento y cómo enfrentarlo

Para 2050 el 20% de la población mundial tendrá más de 60 años y, a su vez, será más que la población menor de 5 años. No solo ha ido disminuyendo la tasa de fecundidad, sino que la esperanza de vida ha aumentado gracias a los avances tecnológicos en materia de alimentación, medicinas y globalización del trabajo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) existen varios conceptos del envejecimiento, dependiendo de la teoría que se siga. Desde un punto de vista puramente biológico, el envejecimiento comienza desde el momento en el que nacemos y lo define como ‘la consecuencia de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, lo que lleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, un aumento del riesgo de enfermedad, y finalmente a la muerte.
Pero la OMS también reconoce que existen otras formas de entenderlo. A continuación algunas de las teorías más comunes del envejecimiento:

Envejecimiento de la población, el mal de occidente
Se estima que para el año 2050, una de cada seis personas en el mundo tendrá más de 65 años, esto corresponde al 16% de la población, mientras que las personas de 80 años o más se triplicarán, llegando a 426 millones.
1. Teorías estocásticas
Son aquellas que entienden el envejecimiento como el resultado de un conjunto de cambios aleatorios que se acumulan a través del tiempo. Estas teorías parten de supuestos que no se pueden predecir, cómo la teoría de radicales libres.
Teoría de radicales libres
Toma aún más relevancia con cada año que pasa y es cada vez más estudiada. Se fundamenta en la existencia de unas moléculas altamente inestables y reactivas que pueden generar estrés oxidativo, dañando tejidos y, por consiguiente, envejecer a las células. El estrés oxidativo se da cuando hay un desequilibrio entre radicales libres y antioxidantes en nuestro cuerpo, siendo que no contamos con suficientes antioxidantes en nuestro organismo para combatir los radicales libres.
Pero ¿De dónde vienen estos radicales libres? Los producen muchas reacciones químicas en el cuerpo humano, pero factores como la contaminación, los alimentos o cosméticos muy procesados, el estrés psicológico, una alimentación pobre en antioxidantes, entre otras, promueven su incremento, causando daño celular.
2. Teorías no estocásticas
En contraste, las teorías del envejecimiento no estocásticas defienden que el envejecimiento de todos los seres está predeterminado, intervengan o no variables aleatorias. Entre estas encontramos la teoría biológica o genética que enunciamos al principio, de la cual se desprenden algunas como:
Teorías del sistema inmunológico y del sistema endocrino
Estas dos teorías defienden que, dependiendo de factores genéticos, los sistemas inmunológico y endocrino cuentan con una especie de reloj interno o cuenta regresiva para su funcionamiento y que, una vez superado, empiezan a fallar, provocando daño a tejidos y envejecimiento.
Teoría genética
Similar a la anterior, la teoría genética del envejecimiento sostiene que está intrínsecamente asociado a la edad y que, dependiendo de la genética de cada persona y su historia familiar de envejecimiento, el cuerpo cuenta con un ‘reloj interno de longevidad’ que al detenerse da paso al envejecimiento de los órganos y el cuerpo en general.
Senescencia celular
Al leer sobre cada teoría del envejecimiento es sencillo notar un punto en común: suelen basarse en el daño celular, que a su vez parte de la hipótesis de que todas las células cuentan con un tiempo de vida limitado. Este fenómeno se conoce como senescencia celular y se trata del declive del cuerpo debido al envejecimiento de sus células.
Formas de mantener un envejecimiento saludable
Es un hecho que todas las personas envejecen, sin embargo, el envejecimiento no está asociado únicamente a la edad, está demostrado que la forma en que cada quien lleva su vida -en alimentación, uso de los procesos cognitivos, ejercicio físico, interacciones sociales- afectan la manera y la rapidez con la que se envejece.
La pregunta entonces no es cómo no envejecer sino ¿Cómo envejecer de manera saludable? Y para esto, la OMS tiene varias recomendaciones, tanto para los países como para las personas en particular, incluyendo:
- Cambiar la forma en que interactuamos con el envejecimiento, deshaciéndose de prejuicios sobre la edad y fomentando en cambio un estilo de vida saludable que permita contrarrestar los efectos negativos del paso de los años, incluyendo una alimentación balanceada y natural, actividad física y actividad mental (leyendo, debatiendo, compartiendo con otras personas, etc)
- Fomentar las capacidades de las personas mayores, enfocándose en la independencia y en la continuidad de las funciones cognitivas y motrices del día a día.
- Atención integral, de salud primaria, psicológica y funcional, que respondan a las necesidades reales de la edad, no solo para atender enfermedades o condiciones ‘de la edad’, sino también para prevenirlas.
Todas las personas envejecen, la diferencia está en cómo lo hacen y con qué oportunidades cuentan para su bienestar.
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Claves para un envejecimiento de calidad
La población mundial envejece de manera progresiva, lo cual conlleva un importante desafío sanitario para todos. Debemos intentar que todos los años de vida sean vividos de manera satisfactoria con una calidad de vida a nivel físico, mental y emocional.
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