El futuro del e-commerce ¿Cómo invertir?

La pandemia aceleró un proceso de transformación digital que ya venía dándose, disparando la necesidad de los usuarios de comprar desde sus casas ¿Cómo podemos invertir y aprovechar esta tendencia?

El 2020 fue un año duro para el comercio. Pasamos de una economía basada en las vidas ultra activas de la ciudadanía promedio del siglo XXI: altamente conectada, saliendo a diario a oficinas y establecimientos de comida, moda, tecnología y más, pasando por vitrinas en el camino al trabajo o comprando un libro en el break de la tarde, al encierro y la clausura de las tiendas en casi todos los países del mundo; en especial aquellos países con las principales economías, como los de Europa, EEUU y Asia.

En Latinoamérica, un continente que aún tiene una deuda importante con la infraestructura para las comunicaciones y el acceso a la tecnología, el cierre de los comercios presenciales fue un golpe aún más fuerte.

Las circunstancias obligaron a los gobiernos y empresas a llegar a las casas de las personas en vez de los usuarios ir a ellos y las personas se vieron obligadas a terminar de modificar por completo sus hábitos de consumo, porque sí, ya conocíamos el e-commerce, pero no lo habíamos abrazado tanto como entre 2020 y 2021.

¿Cómo invertir en el futuro del e-commerce?

El e-commerce lidera el comercio del presente y el futuro. Si algo ha quedado claro es que no volveremos a ser la misma sociedad que antes de la pandemia, y es necesario adaptarnos a esa realidad. 4 de cada 5 consumidores compraron bienes online y se espera que el valor de este mercado se mantenga en crecimiento constante hasta el 2025… pero, con tanta competencia ¿Cómo podemos invertir en e-commerce de una manera inteligente?

El futuro del e-commerce: los nuevos métodos de interacción con los usuarios

A estas alturas, casi todas las empresas cuentan con estrategias de e-commerce básicas: presencia en redes sociales, páginas web, catálogos digitales, etc. pero aún quedan muchos retos para que los usuarios logren la misma satisfacción con una compra online que con una compra presencial, especialmente en sectores como el del maquillaje, cuidado personal o ropa, que requieren que clientes prueben los productos para saber si satisfacen sus necesidades.

Invertir en investigación tecnológica para la satisfacción del cliente

Es por ello que compañías como L’oreal trabajan en encontrar soluciones a las trabas para probar sus productos, como aplicaciones web que te permiten “probarte el maquillaje” de manera digital con tu cámara para saber cómo te queda un color de labial o cierta base.

También compañías como Aliexpress o Amazon ofrecen ahora servicios de entregas puerta a puerta totalmente automatizados con robots, sin un vehículo que contamine el ambiente durante todo el día realizando entregas y sin la necesidad de interacción directa entre personas -lo cual se valora en tiempos de pandemia.

Estos métodos marcarán la diferencia en la calidad de herramientas que se ofrecen al usuario para que tenga la mejor experiencia de compra.

Invertir en la investigación de nuevas formas de marketing y de interacción con los usuarios para mejorar su experiencia de compra es una inversión en el futuro del e-commerce.

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