Cómo invertir en la industria de los bosques y sus beneficios

Desde los bosques nublados en México, las plantaciones de árbol de teca en Costa Rica, las fincas de caoba en República Dominicana, los bosques tropicales en América del Sur, hasta los cultivos de eucalipto en Sudáfrica comprenden grandes posibilidades de inversión verde, aunado a que, existen casi mil millones de hectáreas disponibles en nuestro planeta para la plantación de bosques.

Invertir en bosques y silvicultura, rentable para usted y el planeta
Muchas de las inversiones más prometedoras en silvicultura y gestión sostenible de los bosques están en los países en desarrollo; un ejemplo de ello es América Latina y el Caribe, que posee cerca del 50% de los bosques primarios de todo el mundo.
Y es que, la industria de los bosques y las inversiones de capital verde han cobrado especial relevancia durante los últimos años. La sustentabilidad está en boga y constituye una necesidad apremiante, por lo que las inversiones en sectores como la silvicultura destacan y se mantienen sólidas aún en tiempos de crisis financiera, puesto que la madera es un valor fijo que crece sin importar el comportamiento de los mercados.
A este respecto, el sector privado está destinando cada vez mayores inversiones en la explotación y la gestión de los bosques de todo el mundo. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) la inversión privada será la fuente de financiación que compensará la escasez actual de inversión pública al sector forestal.
Silvicultura e inversión forestal
La silvicultura consiste en controlar la salud y la calidad de los bosques, por tanto, es una actividad que resulta primordial para la conservación. Las intervenciones realizadas tienen como finalidad: la producción de madera y otros bienes forestales, la preservación de la biodiversidad, la protección de cuencas hidrográficas y el mantenimiento de pastos para el ganado.
La mayor parte de las inversiones en silvicultura y gestión sostenible de los bosques se encuentran en países en desarrollo; tal es el caso de América Latina y el Caribe, que posee cerca del 50% de los bosques primarios de todo el mundo, cubriendo más de 663 millones de hectáreas.
Existen dos tipos de inversión en bosques: la directa y la indirecta, a la primera corresponde la compra de árboles, mientras que la segunda se manifiesta contribuyendo a un fondo. Hay empresas que compran terrenos para plantar árboles y posteriormente cosechan la madera y la venden, otras compran bosques con la finalidad de sanearlos, conservarlos y reforestarlos.
Existen certificados que informan sobre el nivel de sustentabilidad de una plantación. Los dos estándares más utilizados son el Consejo de la Administración forestal (FSC) y el Sistema Panaeuropeo de Certificación Forestal (PEFC). El objetivo del FSC es promover prácticas responsables en materia de gestión forestal, viables para los bosques de todo el mundo. En tanto que el PEFC, estipula objetivos vinculados a la conservación ambiental y la promoción del desarrollo socioeconómico en el entorno rural.
Importancia de los bosques
Los bosques absorben el dióxido de carbono de la atmósfera para producir oxígeno, resultandos indispensables para la vida de los seres humanos en la Tierra. La pérdida progresiva de la superficie forestal nos obliga a sumar esfuerzos para su protección y reforestación.
Según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático del 2021 (COP 26) parte de las conversaciones medioambientales deberían centrarse en la conservación y restauración de los bosques y los ecosistemas, por ello, resulta fundamental que las empresas se acerquen a la industria.
La inversión forestal, es una oportunidad para participar en una empresa ambientalmente responsable, que conceda a sus clientes no sólo ganancias monetarias sino también, un aporte activo en la protección del medio ambiente.
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