Coches clásicos, una inversión exquisita (I)

En algún momento de nuestra vida seguramente nos hemos parado en la calle a mirar con detalle un coche que por cualquier razón nos ha llamado la atención. En muchas ocasiones se trata de un color, un diseño o simplemente la persona que lo conduce, lo que nos lleva a ese mundo imaginario en el que soñamos estar conduciendo ese mismo coche o al menos, tenerlo en nuestro garaje.
Desde los inicios de la historia del coche, amantes de la automoción se han dedicado a coleccionar automóviles que han marcado un hito en su época.Generalmente estos coleccionistas tienen sus propios criterios de inversión en función del tipo de automóviles que suscitan su interés, sin embargo, de forma general podemos resumirlos en cinco categorías de colección:
- Alta gama: automóviles que pueden variar desde deportivos exclusivos a berlinas de lujo que fueron sinónimo de estatus en una época como lo son: 'Rolls Royce, Bugatti, Ferrari o Lamborghini' entre otros.
- Competición: todos aquellos vehículos que participaron en carreras y rallies de reconocido prestigio mundial. Por ejemplo: coches de la F1 o del mundial de rallys WRC.
- Rarezas: automóviles con grandes prestaciones pero con poca aceptación en el momento de su lanzamiento y que muchas veces han fracasado en sus expectativas de comercialización. Ejemplo: 'BMW Z8, DeLorean, Ferrari 246 Dino o el Porsche 968'.
- Famosos: coches que han sido utilizados por actores, cantantes, deportistas de elite, familias reales, etc. Ejemplo: 'Aston Martin' en la saga de películas de James Bond o el 'Porsche 550 A Spyder' de James Dean.
- Símbolo de una época: todos aquellos que han tenido una gran repercusión social en el momento que fueron lanzados al mercado. Buenos referentes de este fenómeno son: el 'Volkswagen Beetle' o más conocido como "Escarabajo" o la 'Vokswagen Kombi', el 'Fiat 500' o el 'Ford Mustang', todos ellos con precios más razonables que los anteriores.