7 consejos para invertir con éxito en empresas emergentes (Venture Capital I)

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Inversión / 11 julio, 2019
7 consejos para invertir con éxito en empresas emergentes (Venture Capital I)

Javier Rubio Client Solutions Director

Las empresas de nueva creación, emergentes o ‘start-up’ son vitales para la creación de valor en la economía y contribuyen de forma positiva en la sociedad. La disponibilidad de capital inversor para financiar su crecimiento es un factor decisivo para que estas empresas puedan prosperar.

En los últimos años se ha puesto de moda invertir y apoyar a los emprendedores, pero esta tendencia, además de oportunidades, conlleva riesgos.  En principio, invertir en estos proyectos puede tener un buen propósito contribuyendo en la generación de un nuevo tejido empresarial. Sin embargo, la realidad de los números manda: cada año nacen aproximadamente 5 millones de empresas en el mundo y 9 de cada 10 desaparecen en los primeros tres años siguientes a su creación, por tanto los riesgos a la hora de invertir en este tipo de negocios son elevados.

A la hora de evaluar la inversión en una startup seguir estos consejos básicos serán de gran utilidad:

 

  • Valora la idea de negocio con los pies en la tierra. En el mundo existen muchas personas con ideas brillantes que tienen un potencial inmenso. No obstante, ejecutar y llevar la idea a un formato empresarial no es sencillo y es aquí, en el proceso de ejecución, donde la mayoría de startups fallan. Hacer preguntas al emprendedor e incluso desafiar su producto y su modelo en busca de respuestas congruentes te dará pistas sobre el grado de maduración de la idea, del producto y el estado de la ejecución. ¿Por qué van a dejar de comprar un producto conocido y comprar este? ¿Dónde está el mercado objetivo y cuánto puedes abarcar? ¿Cuál es el modelo de distribución y de precios? ¿Qué barreras regulatorias o legales puede encontrar la startup y cuáles son superables?

 

  • No dejarse seducir por el fundador o una presentación fascinante. Existen verdaderos expertos en marketing y en contar ideas que nos pueden llevar a crear una falsa expectativa del proyecto empresarial, alejándonos de la realidad del mercado en donde se desarrolla. ¿Cuál es el objetivo principal del fundador? ¿Qué compromiso tiene con el proyecto? ¿Quiere crear un plan de valor en el medio largo plazo o lo que busca es hacerse millonario vendiendo en poco tiempo la empresa? Son parámetros importantes para valorar a la hora de invertir. La mayoría de empresas exitosas lo consiguen con visión, persistencia y buscando generar valor para sus clientes y accionistas en el largo plazo.

 

  • Conoce en profundidad al equipo. Una buena idea prospera con un buen equipo. Debemos valorar su experiencia profesional, su grado de cohesión interna y modelo de liderazgo, el tipo de compromiso que tienen con la empresa y la trayectoria previa en la ejecución de otros proyectos. Por ejemplo, nos encontramos casos en los que una startup quiere crear soluciones de software como servicio tipo SaaS y las personas que están detrás del proyecto no tienen experiencia previa en el mundo del software o en programación. La empresa podría prosperar externalizando el desarrollo, pero seguramente tendrá más dificultades que otra en la que ya hay un equipo con estas capacidades.

 

  • Atento a las valoraciones y las proyecciones futuras. A diario nos encontramos con proyectos en rondas de financiación donde las valoraciones de la empresa son altísimas, con múltiplos que suben por el mero hecho de ser otra nueva ronda de financiación y donde sus escenarios de crecimiento están muy alejados de la realidad en la que se encuentran. Por ejemplo, se ha extendido la idea de que si la empresa cuenta con el apellido ‘tech’ en su modelo de negocio (fintech, edutech, cleantech, healthtech) es posible multiplicar los usuarios y las ventas de año en año gracias a que el potencial de capturar clientes en internet es infinito. Sin embargo, crecer en usuarios y ventas a ritmos exponenciales es un fenómeno que muy pocas compañías llegan a conseguir y la gran mayoría queda reducida a un espacio de mercado muy limitado. Crecer en número de usuarios puede ser una buena métrica pero ¿Cuándo, a qué precio y con qué rentabilidad?  Si estamos valorando invertir en una ronda de financiación que no sea inicial, evaluar el grado de cumplimiento del plan de negocio hasta la fecha puede ser clave para valorar la evolución del negocio.

 

  • No hagas caso a las frases de moda. ‘Invierte porque ha entrado tal persona en el capital’. ‘En la próxima ronda tal persona famosa o tal empresa conocida entran como accionistas’. ‘Invierte aunque sea poco dinero porque el fundador es un figura y vamos a multiplicar por diez la inversión en tres años’. ‘Esta empresa no tiene apenas competencia, estas entrando a un múltiplo bajo y se van a salir del mapa’. Existen grandes inversores con grandes patrimonios dispuestos a arriesgar el capital y a perderlo todo, debemos saber si estamos dispuestos a perderlo todo antes de invertir en este tipo de empresas porque la estadística a priori no es favorable. También es relevante entender, que en un mundo global como el que vivimos, la competencia es feroz y no debemos subestimar que competencia puedas ser más fuerte. ¿Conocemos bien a los competidores antes de invertir? ¿Qué estrategia de diferenciación tiene esta empresa?

 

  • Uso de los fondos invertidos. ¿Van a dar un uso eficiente a mi inversión? Preguntar ¿en qué van a utilizar mi inversión?, ¿cuánto le va a durar esta ronda de financiación? o ¿cuánto dinero hace falta realmente para generar beneficios? Conocer de antemano los motivos que llevan a la empresa a levantar capital y valorarlos con un espíritu crítico es fundamental. Cada empresa se encuentra en un momento distinto dentro de su sector y de su ciclo de vida. Puede que este levantando capital para empezar su actividad, financiar sus gastos fijos que no paran de aumentar o invirtiendo en marketing porque las ventas no crecen entre otros muchos motivos, por tanto conocer el punto en que se encuentra es esencial.

 

  • Valora el plan de salida. No solo cuenta el momento de la entrada en el capital, sino también el de salida. ¿Qué objetivos espero que se hayan cumplido transcurrido cierto plazo? ¿Qué tipo de seguimiento le voy a dar a esta inversión? ¿Qué oportunidades tengo como inversor para salir de la empresa llegado el momento? Como regla general, las inversiones en startups se pueden considerar como ilíquidas y por tanto recuperar el capital invertido puede ser un proceso complejo y de largo plazo.

Dependiendo del tipo de inversor que seamos además del acceso y la disponibilidad de tiempo para elegir los mejores proyectos, podemos tener la alternativa de invertir de forma indirecta a través de un fondo de inversión especialista en ‘venture capital’. Confiar en la capacidad inversora a expertos en este tipo de negocios y que nos pueden ayudar a superar todos estos retos puede ser una buena decisión.

Al calor de las salidas a bolsa de empresas como Uber o Spotify, donde los inversores iniciales se convirtieron en millonarios, la fiebre por la inversión privada en compañías emergentes sigue disparada.  Nos entusiasma ver esta tendencia de asignación de capital inversor a startups y proyectos emprendedores, pero a la vez, invitamos al inversor a que reflexione, analice en profundidad y haga todas las preguntas necesarias para estar seguro dónde invierte, porque tener éxito en este tipo de apuestas es más un arte que una ciencia y conlleva asumir grandes riesgos a espera de rentabilidades futuras inciertas.

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